Me carga como la única analogia que tiene la gente es comparar situaciones de la vida real es con capitulos de Los Simpsons, onda tu les dices "Se me pasó la micro" y te responden "Ahh como en ese capitulo de Los Simpsons donde Homero va a xxxxx país, te acordai?" NO WEON, no me acuerdo. Mi problema es que nunca recuerdo los capítulos de los que me hablan porque no tengo memoria para cosas que no me gustan mucho. Porque a decir verdad, los Simpsons nunca me gustaron mucho. A veces siento como que soy la única persona de su generación que no tiene idea qué mierda es un puerco araña y que tampoco le interesa averiguarlo.

Sé que en ciertos aspectos ha sido una serie rupturista que se ha atrevido a tocar con humor temas políticosociales, pero ver esas maratones de 5 capítulos seguidos que tanto le gustan a mis amigos a mi francamente me aburren y me dejan con un tremendo dolor de cabeza. Estoy convencida que esos colores brillantes, esa técnica de animación tan plana, sin sombras ni detalles, algún daño deben hacer a la retina. Además, tantos miles de capítulos y tantas vueltas de trama, tantos personajes y tantos pseudos cameos de famosos me confunden. Pero lo que más me aburre es que los cuatro protagonistas nunca se salen de su estereotipo: Homero nunca hace nada inteligente, Marge nunca se comporta como una verdadera esposa del siglo XXI (exigente, menopáusica y al borde del histerismo), Bart nunca demuestra los miedos e inseguridades de un muchacho en plena pubertad y a Lisa parece nunca llegarle el despertar sexual de una niña ya bastante madura. Pero probablemente mas de alguno me va a contradecir con ejemplos donde esto SI pasa, porque claro, se los saben de memoria. Yo por mi parte seguiré colgada, autodiscriminada en las conversaciones al respecto, pero sintiéndome bien por haber salido del closet y poder declarar que NO, no me gustan los Simpsons.