Todos lo hombres son como el chocolate, algunos de envoltorios hermosos, con el interior decepcionante, o envoltorio feo, pero internamente fascinantes los cuales producen ganas de seguir comiéndolos. Hay chocolates amargos como también dulces, blancos y negros, de mala y buena calidad, algunos que cuestan derretirse en tu boca pero finalmente lo logras, otros que poseen resistencia al calor humano, también hay suaves, livianitos de tratarlos, otros, totalmente tercos, pero ante la tentación de su compradora, no puede negarse, y eso si que es reconfortante al llevarlo a nuestro cuerpo. Todos los chocolates me gustan, todos tienen algo que entregarme en diferentes situaciones, como cuando estoy triste prefiero uno dulce, los amargos no sirven mucho para estas situaciones. Pero cuando aparece el primero que da la sensación de…… Felicidad, al que cuando lo ves, te emociona y cuando lo puedes tener en tú ansiosa boca, hace que viajes por imágenes de incoherencia, provoca una serie de tonterías, como el cerrar los ojos por un buen momento y pensar en…/ Es una droga que te crea alucinaciones hermosas, y como todo alucinógeno mental, es vicioso, ese es el chocolate que quieres seguir comiendo, pero ¿que pasa cuando no está?, te angustias y quieres probarlo, pero no puedes, intentas de todo, haces lo que sea para verlo, tocarlo, tenerlo en tu peligrosa boca y saborearlo una que otra vez más, pero cual es la mejor parte, cuando lo encuentras, lo observas, piensas una que otra cosa descabellada, cuando lo saboreas lentamente para que ese sabor tan especial quede en ti. Es ahí cuando sabemos cual de todos es el mejor chocolate. Es por esto mujeres que somos distintas, tenemos diferentes chocolates en nuestras vidas, que cada uno supo como quedar en nosotras, en distintos momentos, espacios y tiempos. Fuera de todo lugar en este platónico mundo solo una cosa nos une, El amar al maravilloso y rico Chocolate. Y para la que no le gusta el chocolate, desde ya entiendo, que no entendió mi apasionado mensaje.
domingo, 16 de agosto de 2009
Una tentación Ambigua
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4 comentarios:
y tambien hay hombres crocantes como el Sanne Nuss
Es Velda!
Eso de los chocolates con almendras y crocantes, puede que aumente la posibilidad de que un trozo les quede estorbando entre los dientes, y tarde o temprano sacarán con un buen cepillado =)
Debemos haber como 200 weones preguntándonos qué clase de chokolate somos para la mujer que nos gusta...ojalá yo no sea para ella un sapito, porque puta que son malas esas weás xD
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