Rápido, rápido, corre y no mires atrás que te pueden alcanzar, con ojos de animal acorralado, corres a tiendas en una noche sin estrellas. Por cada gota de sudor derramado significa que ya estas a un paso más lejos de casa. Intenta gritar, intenta olvidar. Inhala, exhala, inhala dos veces y contempla la luz de la incoherencia entrando de apoco por tus ojos, que estremece de forma fría los pocos sentimientos calidos que se encontraban dormidos. Reaccionan. Disfruta tu ingenuidad y la de los demás que esto se acaba y tal vez nunca se pueda volver a empezar.
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