domingo, 14 de marzo de 2010

Negocio Redondo


Negocio redondo. Escribo cuentos y los imprimo. Me voy a los terrenos de la Quinta Vergara y los vendo a $100. Me pongo en actitud de shamán-shúper-logho. Piernas cruzadas, posición de loto y weás. La gente me mirará de lejos y algunos se atreverán a acercarse. Los que lo hagan recibirán de mi parte la absoluta indiferencia. Algunos me preguntarán cosas, como qué vendo o regalo. Mi respuesta será un desprecio. Vestiré ropas holgadas y evitaré decir palabra. Me pondré un cartel que diga “sacar a $100”. Se multiplicarán los cuentos a mí alrededor, como las hojas en otoño. La gente se acercará con reticencia. Pocos se atreverán a hablarme. Los que lo hagan recibirán mi “ataque mimo”. Pasarán los días y nadie comprará. Pasarán semanas y nadie comprará. Pasarán quincenas y nadie comprará. Pasarán meses y nadie comprará. Pasarán semestres y nadie comprará. Pasarán años y nadie comprará. Espectáculo insulso. ¿Los cuentos eran buenos? ¿Escritos con sangre? Negocio redondo. Después de 15 años estoy de moda. Ya no hay Quinta Vergara.

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