miércoles, 2 de junio de 2010

De mi relación con el fin de las novelas

Mientras el microbus gruñe para abrirse paso en medio de un taco, yo estoy en otro mundo: Mundos medievales, el futuro, el ahora, el mañana, el ayer. Voy cerrando la novela que se acaba y luego de leer "FIN", vuelvo a ver. Veo que estoy en un microbus, veo que soy un humano, veo que hay mucho ruido, veo que tengo manos y pies, veo que tengo problemas, veo que tengo una vida. Es entonces cuando de a poco (pero muy de a poco) dejo de lado la novela, aún rato después me parece ver a los personajes cruzándose a mi alrededor, aún rato después me parece que la pena o alegria (según el final de la novela) no se me pasarán jamás... aún rato después me parece que la vida es la novela, y la novela es mi vida real. Ese momento terrible es el que más me asusta, me tiemblan las manos y todo es nuevo, la gente de pie empujándose, las risas, los sonidos, el aire, todo parece fuera de lugar y angustiante...menos mal que esto dura sólo hasta que comienzo a leer la siguiente novela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial, me encanta como escribes, tienes esa gracia de pocos, te adoro, por suerte la vida es una novela de mierda olorosa. Trayenko.