
Seré la revolución de la iglesia al compás de un simple caminar, traicionaré mi libertad para destruir una hermandad, olvidarán quienes son para unirse a mi tentación y consumirse en mi perdición, seré el lamento de los ángeles y la decepción de los obispos. Yo seré quien nunca quise ser, porque ellos nunca fueron el pilar para mi salvación. Caerán consumidos por el fuego del cirio que encendí con mis manos, olvidarán el testamento que los hizo caminar hacia él, hoy entro a sus vidas porque fui olvidada así como ustedes olvidaron el ayer. Yo perdí mi fe y ahora ustedes perderán en quien creer. Yo no bebí del vino que los purificó yo me bañé en su sangre que me condenó, seré el lobo vestido de oveja que duerme en su rebaño, mientras comen de su cuerpo para encontrar su salvación, yo esperaré el momento de encontrar la carroña y corromper sus pensamientos de la mismo forma que la vida me enseñó. Dime donde estaba tu Dios cuando el infierno se apoderó de mi, donde estaba cuando podría salir de ahí, así como él no tuvo piedad de mí yo tampoco la tendré para dejar de sentir. Hoy es el comienzo de tu final, el comienzo de lo que una vez debió acabar, y ya nada, nada quedará…
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