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viernes, 24 de diciembre de 2010

La realidad sin mantequilla en Navidad.

-Pedro

-Dime María.

-Parece que estoy en cinta.

-Pero si todavía ná qué ná entre nostros, ¿qué pasó? No me quieres, me rechazas y te vas con otro. Te apuesto a que fue un romano. Esto me pasa por ser tan pobre.

-¡No! No pasó así. Anoche vino un la luz que llegó desde el cielo, me penetró y creo que me fecundó.

-El otro día te perdiste una semana completa, volviste to'a cochina y chascona. Esa vez me llegaste diciéndome que no te acordabai de qué te había pasao, que vino una luz del cielo que te leantó de la cama y se fue volando contigo dentro. Te dijeron que venían de otro planeta y blá blá blá, llegaste pasá a copete más encima.

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lunes, 1 de noviembre de 2010

Carta Abierta a un Verdugo en potencia


Sé que diste unas chupadas a un mate en la antesala del teatro

Que te miraste al espejo y viste un entrecortado avatar del morbo y la libertad.

Sé que quemaste la indecencia podrida del año muerto en la utopía, es lo que cantas en tu palacio, el que haces llamar Palacio de las penurias.

En tu bitácora hay sollozos eléctricos y espasmos de agonía, los gritos no se ven en la cubierta.

Arlequines bailan en la mierda y sonríen, mueven circos humanos del olvido y el goce.

Almorcé con las mentiras que te tragaste, tu coprofagia es ícono de miles, que terminaron con sus genitales húmedos ante la ninfa del poder, erectos y dilatadas ante el hidalgo guerrero que acabó con los fantasmas.

Duerme tranquila niña culpable, las brazas ya han ceñir el ardid de un eufemismo en la historia.

Cuando las venas se contraen y se secan están vivos tus placeres, eres un ignomio peoneta de la pega más cruel.

Obraste en tu deber, expiado de culpas te declara la dama de la balanza y la espada; disfrútalo.

Tu guerra santa, no es la mía. No creo en devotos de lo inhumano, que hablan de pedazos de carne sin sueños, que están dispuestos a holgar lo indigno de una misericordia falsa, llena de despojos de un alma corrompida y amnistiada.

“Plumas sucias llenan el piso por doquier, se ilumina todo con el ruidoso y cruel sonido de la libertad eterna”. Me contó el que sabe, antes de echarse a volar.

Desde mi rincón vacío en el cuartucho de lo humano, zozobrando en la penumbra de ideales mutilados, te niego el paso una y mil veces, y con la frente en alto te maldigo.

El suplicio lacerante con que humillaste, pronto caerá en ti. No pensaste en eso cuando destrozaste las manos del guitarra, cuando penetraste mujeres hasta hacerlas sangrar y babeaste sobre su dignidad, cuando metiste corriente en los pezones y testículos aun sin muchos pelos de peligrosos hombres de 16 años, en fin, cuando salvaste e hiciste grande a nuestra patria y nuestra libertad.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Frases de mierda y reflexiones de enamorado

Me gustas tanto que no encuentro las palabras apropiadas para decirte lo mucho que me gustas, se me caen las sílabas, se me va a la chucha la grámatica, el pecho se me infla y los ojos se me cierran solos. Empiezo a mover como loco mi pierna IZQuierda, y los pectorales se me contraen esperando disfrutarte en un abrazo bien malicioso y bien apretado 1313, lleno de cariño en el que seguramente no se me ocurrirá nada bueno que decir y te agarraré a besos para disimularzadisfrutarte enterita, como dicen algunos reggaetoneros. Sí, esos mismos que cuando cantan, me resultan tan desagradables como un perro llorando (llorando con un palo metido en el culo, por cierto). Esos mismos cantantes, son los que ahora comparten su “lírica y su prosa” conmigo para poder expresarte mis sentimientos:::ASÍ DE NUBLADO ESTOY EN MIS IDEAS: “disfrutarte enterita”, ¡Por la cresta QUÉ me pasa! …Al menos no caigo en sus banales redes de marketing y hasta ahora no lograron invadir mi mp3, ese pendrive que sigue siempre digno y no para de enorgullecerme. Nunca he puesto un tema reeeaggaetoneruo en él, y esta no es la ocasión, porque unos viejos un blueseros pervertidos me vuelan los oídos con guitarras afrodisiacas y puntudas. (...)

domingo, 18 de abril de 2010

Carretiando con Jesús y Jim Morrison

El otro día me fumé un caño con dos grandes amigos: Jesús y Jim Morrison. Lo fumamos en una carpa gitana en medio del desierto del Sinaí. Lo estábamos pasando re bien, comíamos uvas y recreábamos la vista viendo bailar la danza del vientre a unas comadres que Jim había conocido el día anterior en una caravana venida desde Galilea.

Entre las risas y chistes que contaba mi amigo Jesús, se nos olvidó por completo el momento más tenso de la jornada. Jesús se había cansado de oír tantas veces a Jim decir “¡Soy el rey lagarto! ¡Soy el Rey Lagarto!”, y en un loco arranque le dijo que se estaba hartando de que repitiera esa maldita frase. A Morrison se le había subido el vino a la cabeza y no dudó en decirle que él también estaba cansado de oírlo repetir tantas veces: “Soy el mesías, Soy el mesías”, casi se van a los puños, pero gracias al cielo andaba con buena hierba, una que me regaló un amigo persa que es rey mago y que siempre consigue buena mano en mesopotamia.

Mientras tanto las amigas de Morrison ya estaban prendidas con el vino que Jesús trajo para la ocasión, y sus rostros hermosos de veinte años no paraban de sonreír. En este contexto había un detalle bastante fome: no teníamos música, por suerte yo andaba con plata en el celular, así que invité a unos amigos reggae, que se ganan la vida tocando en las calles de Jerusalem. Se demoraron un poco en llegar desde la capital, ya que no habían micros hasta desierto, así que tuvieron que arrendar un dromedario. Llegaron y estaban súper motivados, cuando notaron que estaba Jim vacilando conmigo se emocionaron caleta, y se pusieron a tocar Light my fire en versión hindú, en ese momento las hebreas desconocidas y bellas se levantaron al unísono, se desvistieron y nos electrificaron con movimientos calurosos y delicados, su piel sudaba y la sensualidad de sus cuerpos se iluminaba con el brillo de las lámparas de mirra, el aire transportaba sus feromonas que llenaron mis pulmones e hicieron reventar mi corazón, mientras mis ojos inyectados en sangre no dejaban de sonreírle a la vida y la eternidad, complaciéndose e implosionando en lo más sublime del deseo y el placer.

La música paró, una sirena sonó muy fuerte, era como la de los pacos. La razón: a un vecino le molestó el ruido y nos sapió con los romanos, quienes llegaron raudos en un retén móvil desde la primera comisaría de Judea.

No me quedó claro cuáles eran los vecinos que los llamaron, ya que estábamos en medio del desierto y no había ninguna casa en cien kilómetros a la redonda. Le pedí a Jesús que me explicara la situación y el me respondió con una enigmática una parábola:

-El ojo del tigre es más profundo que el del horizonte, una garra llena de sangre un vino salado.

(Silencio sepulcral)

Luego Jesús se despidió de la siguiente manera:

-Ya loco te dejo, tengo que ir a hacer cosas más productivas, como fundar una religión o algo por estilo. Estos romanos me chatearon, además ya me tienen fichao'. ¿Te conté que soy profeta y anarquista? Nos vimos, cuídate.

Luego Jesús atravesó una pared de la carpa gitana de modo inexplicable y se fue. Por lo tanto, en mi calidad de dueño de casa(carpa) me vi en la responsabilidad de hablar con los romanos, mientras Jim empezaba a tener sexo con dos hebreas ebrias, mis amigos reggae comían cocadas y leían algo que Jesús había escrito en una servilleta, y las demás israelitas que no estaban tirando con Jim cuchicheaban algo en arameo. Los romanos estaban afuera de la carpa gritando en latín:

¡Se acabó el webeo! ¡En nombre del César, salga o le sacamos un parte!


Yo no le pego mucho al latín, pero entendí al toke lo que me dijeron, y salí a dialogar como buen comunicador social y periodista que soy:

-Perdón señores, creo que se equivocaron de domicilio porque acá no hay ningún carrete, esto es...¿cómo decirlo?...algo más espiritual y suprasensitivo, algo que despierta una chispa de divinidad en otro plano de realidad, ¿me entiende?

Los romanos se cagaron de la risa, mientras con sus linternas iluminaban mis ojos rojos.

-Mire cabrito, estos universitarios ya nos tienen las weas hinchás. Se aprovechan de sus papás que le pagan esas carreras de técnico carpintero o ingeniería en sometimiento de pueblos de medio oriente y exterminio de judiíos, ¡Ay mi Júpiter!¿Que irá a pasar con el futuro de Judea y de Roma entera? Estoy shato de todos estos Jipis, Rasca faris, Pokemones, Cristianos, griegos y todas esas webadas raras que han salido ahora, y usté me sale con eso de que “no es un carrete”, JAJjjaJJa, explíquemelo mejor, mire que no le entendí nada recién.

-Bueno señor romano, le digo lo que es: ¡¡¡¡Es un Sueño, romano hijo de la gran puta loba y los maricas rómulo y remo!!!!

Mi ventana estaba iluminada, eran las doce del día, prendí la tele y estaban dando Bob esponja. En mi cabeza una señorita indeseable llamada Resaca, colgaba un cuadro y no paraba de martillar mi cráneo.

(fin)

viernes, 23 de octubre de 2009

Inocencia


Entre las cortinas se filtraban haces de luz que bañaban su cara de niña y su cuerpo de mujer. Desnuda en su cama recordó aquella tarde en que por una atracción incontenible su mejor amigo la besó en el cuello, arrebatándole un poco de su inocencia. A ella le gustó, no quiso decirle nada, disfrutaba que él desmoronara su inocencia a cada paso, avanzando más y más, hasta terminar acompañándola en esa alba. Él a su lado, estaba acostado boca abajo, no pronunciaba palabra. Las sábanas teñidas de sangre denotaban que ella nunca volvería a ser tan cándida e ingenua. Estaba tranquila, se levantó del lecho, “siempre hay una primera vez” dijo en voz alta con tono dulce, recordó que a esa hora podía llegar su madre, así que dio vuelta a su amigo y cerró sus párpados, era hora de limpiar la escena y esconder el cadáver.

jueves, 8 de octubre de 2009

Aquí les va otra de esas mismas



-Mesero tráigame otra de esas mismas… ¿Cómo dijo que se llamaban?
-Pero ya no tenemos ninguna. Se nos acabaron.
-¡Por favor mesero! Si no nací ayer, yo tengo clarísimo que siempre tienen más de una, sino no tendrían clientes.
-Pero si ya se lo dije: NO QUE-DA NIN-GU-NA.
-Ya pero no se ponga pesado, para eso está el jefe, pa ponerse pesado. Tráigame al jefe en entonces.
-Ok

Al rato el mesero volvió con el jefe.

-¡Ahora sí que sí compañero, con esto me voy a regodear!

El jefe era un tipo de unos cincuenta años muy gordo y que medía alrededor de uno ochenta, tenía una manzana prominente y unos cilantros en las orejas que rememoraban las ramitas de olivo que usaban los romanos y los griegos.

-Por favor no insista ya no podemos traerle nada más, se comió las tres camareras, el cantinero, la portera, que era la única que nos quedaba y ahora al jefe.
-Pero me queda usted y la cocinera que se ve bien sabrocita.
-Olvídelo, yo tengo sida y ella es mi novia.
-¡Demonios había olvidado eso! ¿No sabe si alguno de ellos tenía sida?
-No pero creo que una tenía palomas, y el catinero herpes.
-mmm, ¿pero eso se quita con la cocción, no es así?
-Hasta donde sé Sí.
-Muy bien entonces pediré un vaso grande de néctar de naranja y la cuenta.

El cliente sonrió, sacó su teléfono celular.

-Oye Weón tenís que puro venirte pa cá a Pedro Montt, acá
a la altura de…¿cómo se llama esta weá…? El congeso poh!
(silencio)
YA poh entonces ven como a las cuatro, es que no me puedo ni mover, ya poh ahí firmamos contrato, shao nos vemos.

FIN

lunes, 10 de agosto de 2009

¡¿Dónde estás Jesús?!


Ese día Jesús no se había levantado a trabajar, pero yo sí.
La encontré en su casa, tan hermosa como siempre, con su sonrisa que irradia un aura hermosa, benevolente y deseable, mientras arreglaba su cabello eterno y ondulado.
Salimos a caminar, su sombra se proyectaba por un camino difuso, con colores que no conocía. Su voz era dulce, era como un susurro encerrado en una caracola.

No sé qué hacía en ese trabajo, lo detestaba, no hacía más que quitarme el tiempo que podía usar para disfrutar una gélida sonrisa en el cementerio, junto al resto de mis amigos de los nichos que abren sus puerta para recibir visitantes como yo. Sin embargo allí estaba, bebiendo de nuevo, con seis personas que acaba de conocer, y que no dejaban de reír y gritar.
¿Jesús? ¿Dónde estás?

Todo lo que me decía iba armando melodías que olían a rosas blancas, mientras la oía solo juntaba ganas que morderle los labios, y robarle miles de besos con sabor a chocolate.

Ya van cuatro tragos, no alcanzo a reconocer todo lo que me dicen, este vodka me tiene mareado, ¿cómo reconoceré a quién sabe algo sobre Martín Gonzales?, maldito trabajo, por qué no me mandan a buscar gente más conocida, es el cuarto día que salgo a trabajar, ¿por qué no ayudas Jesús?, ¡Hijoputa!

Llevamos dos tragos. Ella no deja de sonreírme, no pensé que se reiría tanto, aun no hemos terminado la primera copa de vino, creo que acá hay onda.

Se cayó una copa, ¡conshesumare!, me gustaría ser tan cristiano como Pepe, él nunca tiene que salir a buscar personas, es feliz en su mundo. ¿Y cómo se llamaba la de pelo negro?, no sé, ¡Elisabet!, me ha mirado varias veces y ya está bastante ebria, me centraré en ella, que no conoce a Martín, lo presiento, aunque también presiento que quiere que nos conozcamos.

Su cabello ondulado se mece suavemente con la brisa marina, sus dedos toman finamente la copa. Según me dijeron en la oficina, Martín solía involucrarse con mujeres ligadas al arte.
-¿Te gusta el arte?
-Pinto óleos, con Martín Gonzales, es mi profesor desde hace unos meses.
(¡Eureka es cuestión de tiempo para llegar a él!)

-Eres una persona muy risueña Elisabet, ¿Quieres un cigarro?
-Gracias, ¿tu vienes con Felipe? Eres un tipaso, en qué usas tu tiempo libre?
-Me da vergüenza decirlo, pero saqueo tumbas.
-JAJjajJAJja, ¡Eres un malulo!
-No, la verdad me gusta la historia del arte, leo bastante sobre eso.
-Vaya, justo vengo de la casa de un amigo llamado Martín, él es pintor.
-¿Martín Gonzalez?
-No, Hermosilla.



-¡Martín Gonzales! Me han hablado de él, es un tipo seco.
-Sí, pero no quiero hablar de Martín ahora.
-¿Bueno, y de qué quieres hablar?(no podía perder la oportunidad, así que no la perdería por nada ya eran dos pájaros de un tiro, Gonzales ubicado y un hermoso huerto donde podía brotar placer)
-Quería hablarte de lo extraño que es todo esto.
-Bueno sí, es raro que invite a tomar un trago a una desconocida, no pienses que lo hago a menudo.
-No, no es eso, es que Martín me comenta siempre que él odia el cristianismo, y me dijo que si conocía a alguien llamado Jesús algún día, que no confiara en él, porque seguramente me usaría para ubicarlo.
-JajajAjajA(quedé helado, cómo averiguó mi plan).




Jesús debe seguir descansando en su casa, y yo acá perdiendo el tiempo. Felipe se me acercó y me dijo:
-Oye viene otro compadre a carretear, se llama Martín.
-¿Gonzalez?
-Sí, ¿lo conoces? Ahí está -lo apuntó-¡¡Weeeeeena loko!!
Saqué el revolver y le reventé la cabeza, la masa encefálica y la sangre quedaron esparcidas por el suelo.
Atónitos todos me miraron estupefactos, mientras Elisabet gritaba y gritaba. Me quedaban otros siete tiros, eliminé a toda la mesa.¡¡ Dónde estabas ese día Jesús!! Engrupiéndote a una mina con una copa de vino, claro, y no avisaste hijoputa.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Avísame si me muero

-El otro día te mandé un mail y no me lo respondiste.
A qué no sabes qué te quería contar
No puedes ni imaginártelo. Hice el amor con el Pipe, tu amigo de la U, fue muy lindo.-


-Nunca pensé que no lo leerías, tú siempre lees esa clase de cosas que te mando.-


-Estás todo colorado. No te pongas así, parece como si tuvieras un maní en la laringe.


- Ya poh déjate de webiar, me empezai’ a asustar.


-No te pongai así, si tampoco es pa’ tanto-


-Una vez a mi tío le dio algo parecido, creo que deberíamos llevarte al médico. Vamos a la posta.






-Doctor, no me diga qué…

-Lo lamento señorita hice lo que pude…murió atragantado por una frase que se le atoró en la laringe.

-¿Pero qué frase?

-No se la puedo decir ahora, están sus familiares presentes.





Una vez en el Velorio y ante la atónita mirada de los presentes el finado se sentó en su negro ataúd y vociferó: “¡Maraca Culiá Hija de Perra, soy terrible wena pal Peco!”



-Entonces comprendí la frase de aquel gran pensador de izquierda llamado Jorge González: “Las palabras son cuchillos cuando las manejan orgullos y traiciones”.

lunes, 27 de octubre de 2008

¿Uno de Menta?

Sí, creo que ese fue el cigarro más fresco que consumí durante todo ese año, a pesar de que no sabía fumar bien por esos días, y mi tos graciosa de nicótico principiante hacía que tus carcajadas resonaran en la fría brisa de la noche copiapina, esa donde tus bellos ojos brillaban, aún húmedos por las lágrimas que solían bañar tus pupilas en ese entonces.
Con ese cigarro mentolado se esfumaron un montón de temores, se quemaron las últimas verdades y definitivamente se hicieron cenizas las ilusiones que me llevaron a pensar en que compartiríamos más cigarros como aquel.
Cuando ya habías acabado tu cigarro me sonreíste, tu madre te llamó desde vuestra casa, y con un beso en la mejilla diluido en un fuerte abrazo, te aseguraste de que el humo mentolado no dejara rastros de mi perfume en tu ropa.
Cuando entraste a tu casa y te despediste con una sonrisa cómplice, mi cigarro de menta se acabó.

jueves, 23 de octubre de 2008

El Mojón Fantasma

Hoy en la mañana fui víctima de un mítico y paranormal suceso, un acontecimiento que muchos han vivido, pero que pocos suelen comentar: he sido presa de El Mojón Fantasma, un suruyo al que sentí salir de mis entrañas, oí caer en las oscuras y tormentosas aguas del escusado e incluso olí sus humores intestinales, mas cuando me disponía a tirar la cadena noté que no estaba allí, sumamente intrigado esperé un rato a que resurgiera de entre las misteriosas negruras del alcantarillado, pero no ocurrió.
Esta vez no podría contemplar el producto final del alimento del día anterior como suele ocurrir cada vez que mi digestión llega a su fin, eso me produjo una sensación de vaciedad, entonces pensé que tal vez lo que sentí salir de mí era el espíritu de un mojón muerto en un pasado distante y que se manifestó desde lo más recóndito de mi intestino.
Sin más vueltas que darle tiré la cadena con la esperanza de que la presión del agua devolviera mi feca a la luminosa superficie del water, y con ello confirmar su existencia, pero tampoco ocurrió.
Una extraña y enigmática sensación de asombro invadió mi cuerpo y mi mente, lo sublime de contemplar hechos que nuestra mente no llega a comprender me hace pensar que Dios existe, y si existe mi mojón está con él.